Seguro que todas las imágenes de esta entrada os suenan, son nada más y nada menos que los éxitos de este Celta, del Celta de la temporada 2012/2013.
La primera imagen es del día 1 de junio del presente año. Se trata del día que confirmamos nuestra permanencia, del día que no pudimos reprimir más toda la tensión que aguantamos durante toda la temporada, cuando muchos nos daban por muertos, por carne de segunda. Pero todos creímos, seguimos a muerte con ellos, y ellos respondieron, más por necesidad que por juego se ganaron los últimos partidos.
Antes de que el árbitro pitase el inicio del partido en Zorrilla éramos últimos, los colistas, y partíamos con un 4.01% de posibilidades de mantenernos. Bendito 4.01% nunca olvidaré ese número. Y menos después de todo lo que vivimos, las lesiones de Hugo Mallo, Samuel, Bermejo... Partidos perdidos en el último minuto como con Betis o Valencia en casa. Perder el derbi en Riazor y empatar el de Balaídos teniendo un jugador menos. El partido de Mallorca, donde no tuvimos nada de suerte y nos vimos superados en el último minuto. El partido del Betis, en Sevilla, dónde nos anulan el gol de Túñez con un fuera de juego que nadie había visto.
Mucha impotencia sufrimos, al igual que nuestros jugadores, pero lo fácil sería criticarles, y no fue así, se creó una comunión que Vigo no había visto antes para conseguir la permanencia más angosta, la más difícil, pero al mismo tiempo, la más liberadora. Este año, ha sido una temporada que no debe olvidar ningún celtista, nunca se sabe cuando vamos a necesitar esta unión para volver a evitar algo así.
La invasión del partido contra el Espanyol es un gesto de rabia y alegría, un gesto de estar ansiando algo durante mucho tiempo en el que sólo recibes malas noticias, una permanencia inolvidable, tan inolvidable, que no será recordada por haber enviado al eterno rival a segunda, sino por la unión que se ha creado entre aficionados y plantilla, una unión que ha resaltado el flamante entrenador del primer equipo como crucial y como algo a mantener.
Esta imagen es algo anterior, se trata de un twitt subido por el jugador juvenil Thaylor, donde se ve al equipo celebrando la consecución de la Liga de División de Honor. Nuestros juveniles fueron los mejores de España, los números de jugadores como Santi Mina, Yelko o Rubén asustaban, por lo que el Celta tuvo que blindarles, en especial al delantero Santi Mina, que firmó un contrato que lo vinculaba 5 años a nuestro club.
Después de la Liga, el conjunto juvenil se enfrentó al reto de la Copa de la Federación Española, disputada en A Madroa, y la final en Balaídos. Los demás equipos se quitaban el sombrero ante un Celta que vapuleaba por 4 goles a 1 a un Real Madrid impotente, que sólo pudo hacer un gol de Penalty, y que no pudo ni acercarse después de que el Celta se quedara inexplicablemente con 10 jugadores por una tonta expulsión.
Lamentablemente, el desenlace no fue tan bueno, en la final, sucumbía el equipo ante el Sevilla en Balaídos, una final que dolió mucho perder, pero en la que se ganaron el cariño y respeto de todo celtista, aún más si cabe.
Esta imagen corresponde a la final de la Liga Fertiberia que el Celta de veteranos disputó en Puertollano. Después de una temporada magnífica, en la que despuntó su ofalto goleador y de pocas temporadas en la competición se plantó en la final frente a un Valladolid muy fuerte, que partía como favorito, pero nuestros veteranos, dirigidos por Moncho Carnero no se amilanaron ante ellos y sacaron adelante un partido que tuvo que llegar a la prórroga para decidirse.
Finalmente, el Celta consiguió remontar y se impuso por 9 goles a 8 al equipo vallisoletano, quiénes no pudieron parar al equipo vigués.
Y esta es la alegría que nos dejan los jugadores de nuestro filial, dirigido por Pichi Lucas. Después de haber luchado todo el año por una plaza en playoff, lograron plantarse en la final ante el Arenas de Getxo, tercer clasificado en su grupo. La final no defraudó, ningún equipo fue quién de ganar alguno de los 2 partidos, por lo que los goles fuera de casa se convirtieron en esenciales. El Celta B acabó agradeciendo no haber encajado ni un sólo gol en la ida, ya que con ese 0-0, el 2-2 cosechado en tierras vascas les hacía equipo de Segunda División B. No se esperaban un partido fácil en casa del Arenas Club de Getxo, pero con trabajo consiguieron adelantarse pronto por 2 goles a 0, pero su fragilidad defensiva anuló esa ventaja ya que encajaron 2 goles que les hizo acabar el partido pidiendo la hora para festejar su ascenso a la división de la que habían caído la temporada pasada. La imagen es suficientemente elocuente para entender la alegría de los jugadores del filial celeste.
Gran año en definitiva para el Real Club Celta de Vigo, ha cumplido con los objetivos en sus respectivas áreas, en el caso del primer equipo sufriendo más de la cuenta, pero también es verdad que así se valora más lo que se ha conseguido.
Esperemos que la temporada 2013/2014 nos traiga otra vez éxitos deportivos que celebrar.